lunes, 31 de marzo de 2014

La historia de Pelotilla

Nota: Esta entrada la escribí estando de 5 semanas, acababa de saber que Pelotilla estaba en camino.

Ya va a hacer una semana que nos enteramos de la existencia de Pelotilla, y aunque esto que escribo no verá la luz hasta dentro de algunas semanas, quiero ir escribiéndolo porque no quiero olvidarme los detalles.

Estábamos en plena neumonía del Gnomito, y yo empecé a sentirme mal, muy cansada, con dolor de cuerpo (típico de gripe), frío, tos....por la noche tuve fiebre, lo cual me alertó, porque a mi no me sube la fiebre nunca jamas (casi), es muy raro que yo tenga fiebre. Me alertó sobre todo haber pillado algo y poder contagiarselo al Gnomito, que se estaba recuperando de la neumonía. Así que a la mañana siguiente decidimos que iría al hospital a urgencias (era sábado y en nuestro centro de salud no hay urgencias). Me fui yo sola por no alertar a la familia y que tuvieran que venir a quedarse con el Gnomito. Me fui bien temprano para no perder toda la mañana allí. Papi, que tiene un sexto sentido, me dijo "si te mandan una placa les dices que sospechas que estás embarazada". La realidad es que esperaba la regla desde el día anterior. Y que llevábamos unos meses buscándolo. Pero la realidad también es que el Gnomito tardó casi 3 años en llegar, y que con el Gnomito tenía fuertes dolores de regla, cosa que ahora no tenía.
Decidida a quedarme con cara de tonta cuando saliera negativo en urgencias, me fui para allá.

Tras ver mis síntomas y saber que mi hijo tenía neumonía, me mandaron una analítica y una placa de tórax. Y entonces, con mucha vergüenza, les dije que podría ser, que seguramente no, pero vamos que lo buscaba, que seguro que no lo estaba pero por si acaso, y yo no sé cómo logré decirlo, medio tartamudeando, pero lo dije, aunque recalcando que seguramente no lo estaba. Me parecía pretencioso decir que lo sospechaba, y luego fuera que no. Bueno, que me dio mucho corte. El caso es que me pidieron muestra de orina, me sacaron sangre, y me dijeron que saliera a la sala de espera a esperar los resultados. Pasaba el tiempo, media hora, una, hora y media. Agoté las vidas del Candy Crush. Me miré el facebook, instagram y todo lo que se me ocurrió 20 veces. Saludé a todos mis contactos de whatsapp. El tiempo pasaba y allí nadie me decía nada. Por un lado estaba mosca, porque un test de orina no tarda nada, y si daba negativo podrían ir haciéndome la placa, para que cuando salieran los resultados de la analítica ya tuvieran la placa hecha. ¿Y si ha dado positivo y por eso no me llaman para la placa? No, no puede ser, seguro que es que están tan mal organizados que están esperando a la analítica, luego me mandarán la placa y tardaré 3 horas más en salir de aquí. Ahí andaba yo dándole vueltas al tema, cuando por fin, 2 horas y pico después, me llaman.

La doctora era diferente a la que me había atendido.
Dra: "Te han pedido muestra de orina. Es que sospechas que estás embarazada?".
Yo: "Ehhh, bueno, a ver, no es que lo sospeche, es solo por confirmar, me tiene que venir, pero no, pero como lo buscamos, eehhh, bueno, no sé, sí, lo sopecho. ¿Lo sospecho? Bueno, yo qué sé".
Dra: "HA DADO POSITIVO"
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.
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.Yo: "Ah, sí?" Cara de tontita, sonrisa nerviosa, corazón a mil por hora.
Dra. Has venido sola?
Yo:
Dra: Bueno, ahora sales a llamar. Enhorabuena.
Yo: jijiji, gracias, jijiji, qué momento no? jiji, vaya sitio para enterarse, ji (cállate ya!)


No se me ocurre mejor manera para decírselo a Papi que mandarle una foto del informe de urgencias, por whatsapp. Me dice que está en un centro comercial con el Gnomito y los abuelos. ¿Se lo digo a mis padres? Noooo! esperate que me voy a comprar un test en la farmacia, esto tengo que verlo con mis propios ojos.

Me voy pitando a casa a comprarme el test y unas vitaminas prenatales (que ni siquiera estaba tomando). El test sale negativo. Horror!!! Se habrán equivocado en urgencias, claro, cómo iba a ser positivo? Papi! no les digas nada a tus padres, que sale negativo! Durante ese día Papi trata de convencerme que no se pueden haber equivocado en el hospital, que ahí seguro que tienen test más sensibles, que ni siquiera tengo retraso aún, que es muy pronto, pero seguro que es positivo. Decidimos entonces comprar uno de esos test digitales que, según el anuncio, detecta el embarazo incluso antes de la falta, y esperar a la primera orina de la mañana, que está más concentrada. Venga vale.

Me despierto en la cama, meándome viva....miro el reloj....y solo es la 1. Susurrando...Papi....meo ya? Nooo, que solo llevas dos horas acostada, eso aún no está concentrado. Joe, a ver cómo me duermo yo ahora, entre la tos, la fiebre y el pis que me hacía. No sé cómo me vuelvo a dormir, y a despertar. Las 3. Aquí no digo nada. Procuro acurrucarme bien y logro dormir otro rato. Hasta las 5. Aquí ya no puedo más de pis. Calculando llevo 6 horas sin hacer pis, ya tenía que estar eso bien concentrado. Y allá que fui, sin despertar a Papi, me hice la prueba...EMBARAZADA!!! A pesar del ruido que hice, de tirar de la cadena y demás, Papi seguía dormido como un angelito así que me acosté y me dormí feliz y tranquila.

De eso hace ya 6 días y aquí seguimos, sin nada que reseñar, lo cual es bueno. Como pasó con el Gnomito, voy mucho al baño a frotarme bien con el papel en busca de signos de que algo va mal, pero no. El pecho, que llevaba muerto desde que el Gnomito dejó de mamar, empieza a molestarme. Y poco más, porque no tengo dolores de tripa, ni nauseas, ni nada, por el momento. Solo espero con ansia que llegue el 18 de Marzo, fecha en la que tenemos la primera visita al ginecólogo y espero ver a la pelotilla bien agarrada en su sitio, y a ser posible latiendo bien fuerte.


Nota: A día de hoy estoy de 8+3, vimos a Pelotilla a las 6 semanas, bien implantado y latiendo fuerte. Y no, no me he librado de las náuseas...debieron aparecer al día siguiente de escribir esto, porque me parece que hace siglos que las sufro...

viernes, 21 de marzo de 2014

Pelotilla

Es muy pronto para hablarle al mundo de ti, Pelotilla, pero este pequeño espacio, es mi mundo, mi pequeño mundo que poca gente lee, mi mundo que he creado para mi y para tu hermano, y en el que ahora te vas a ir haciendo un hueco poco a poco.

Es muy pronto para hablar de ti, pero yo no pienso en otra cosa durante todo el día, no puedo dejar de pensar en ti, y no quiero olvidar mis pensamientos y mis sentimientos hacia ti, ya desde tus principios. Así que, aunque es muy pronto, yo quiero escribir sobre ti desde YA.

Hace pocas semanas que hemos sabido de ti, de tu existencia, y aunque confieso que me sorprendí, en el fondo hacía meses que te buscaba y te esperaba, aunque pensé que serías rezagado como tu hermano, pero no, tú quieres completar nuestra familia este mismo año.

Sabes? Tú eras mi deseo de año nuevo. Le pedí al año nuevo que vinieras, no lo quise decir en alto para no gafarlo, pero lo deseaba. No pensé que me lo fuera a conceder tan pronto!

Deseo que pasen los días, que te quedes conmigo, que crezcas sano y a salvo dentro de mi tripa, que me des pataditas, hasta te consentiré que me des nauseas y ardores. Quiero que sepas que tienes un hermano maravilloso que te está esperando, que será tu compañero de juegos, y de vida. Que os llevaréis tan poco tiempo que ni tú ni él recordaréis la vida el uno sin el otro. Estoy deseando veros juntos.

He pensado en llamarte Pelotilla, de momento y hasta que vea tu carita y elija un apodo que te vaya mejor. Aunque Papi insiste en llamarte Boliche....a mi me gusta más Pelotilla.

Y aunque es muy pronto, ya puedo decir, porque así lo siento...

Te quiere con locura,
Mami


lunes, 10 de marzo de 2014

Empezar a educar


Hace unos meses que le doy vueltas al tema. A mi Gnomito ya no le basta con recibir cuidados y mimos: comida, aseo, sueño, besos, abrazos, juego, vigilar su seguridad....De un tiempo a esta parte ha empezado a mostrar carácter, a querer imponer su inocente criterio, y veo que ha empezado el momento de, no solo cuidar, sino también educar.

Y tengo que decir que me resulta infinitamente más difícil.

Me resulta difícil no abusar del NO. Por un lado pienso que si escucha la palabra NO infinitas veces al día, dejará de tener impacto sobre él y empezará a ignorarnos. Pero por otro lado...es que no tiene una idea buena este crío!! Cómo no le voy a decir NO cuando pone en marcha el horno, o me para la lavadora, o tira las llaves a la basura, o coge los cuchillos sucios del lavavajillas...Cuando estamos en la cocina es muy estresante. Es un NO constante y veo que deja de tener significado para él, ya que repite infinitas veces aquello en lo que le estoy diciendo que NO.

Tirar la comida al suelo. Nos intentamos esmerar en sentarnos juntos a la mesa, por las noches fundamentalmente, ya que come en la guardería. Hacemos el esfuerzo de tener lista la cena y cenar a las 8 de la tarde, para hacerlo juntos y que lo vea como algo agradable, un momento en familia. Que muestre curiosidad por nuestra comida, y que, a base de vernos, aprenda a comer, y ciertos modales. Ojo, que no hablo de usar el cubierto de la ensalada y luego el del pescado, de tener la espalda recta, de esperar a que todos estén servidos para empezar a comer. Ni siquiera le exigimos usar cubiertos! Ni le decimos nada si se tira un pedete o un eructo en la mesa (de momento). Solo le exigimos una cosa: que no tire la comida al suelo. Pues es imposible. Cuando se cansa de comer algo, o ya está lleno, al suelo. Creo que con 12 meses se le puede tolerar, ya que está experimentando con la gravedad, con la comida. Muy bien, he fregado mil veces el suelo para dejarle experimentar abiertamente. Pero con 18 meses, entiende todo lo que le decimos, y sabe diferenciar la comida de los objetos. Pues es imposible, no le entra en la cabeza. Sabemos que nos entiende, porque le regañamos, y entonces ya no tira nada al suelo, si no quiere algo nos lo da a nosotros (acaba cogiendo todo lo que le queda en el plato, trozo a trozo y nos lo va dando). Osea, que entender, entiende. Pero he llegado a ver la palabra "reto" escrita en su cara, cuando le digo que no tire la comida al suelo y, mirándome fijamente, coge un trozo de comida y, sin apartar la vista de mi, lo tira al suelo. Ahí me desmonta totalmente, sé que está probándome, que está viendo dónde está el límite. Hemos llegado a castigarle, a bajarle de la trona y llevarle al salón, y nosotros volver a la cocina a comer. Se me parte el alma, llora desconsolado y pasito a pasito se va acercando a la cocina como para pedir perdón, y entonces le decimos "Venga Gnomito, ya está, es que no hay que tirar la comida al suelo. Vas a volver a tirarla al suelo?" y entonces medio lloriqueando todavía nos dice "siiii". Jajaja, ahí me entra la risa y me muero de amor, porque sé que quiere decir no, pero dice sí.

Me duele en el alma contrariarle, pero hay veces que es necesario. Cuando no quiere vestirse pero no hay más remedio porque llegas tarde a trabajar. Cuando hay que salirse de la bañera. Cuando hay que bajarse del cochecito de la esquina porque ya llevas 10 minutos y tienes que hacer un recado. Porque son las 4 de la mañana y se empeña en que te sientes en la butaca de su habitación, con él en brazos (y llevas así ya media hora). Porque quiere gusanitos pero queda media hora para la hora de cenar. Porque el abuelo tiene que irse a casa. En fin, por mil y un motivos acaba pasando por un berrinche.

La teoría me la sé. Intentamos acompañarle en el sentimiento, y hablándole. "Ya sé que es más divertido montar en el coche un rato más, pero tenemos que hacer un recado y blablabla". No suele funcionar. Al final es esperar a que se le pase, o si hay suerte, distraerle con otra cosa, aunque no siempre funciona. Pero me duele. Me duele muchísimo.

Además me cuesta mucho y esto deriva a veces en discusiones de pareja, porque siempre, creo que en todas las parejas, hay una parte más blanda que otra. Y yo soy la blanda. Y el Gnomito lo sabe. Y lo aprovecha.

En fin, empieza una época difícil y creo que tengo que hacer un esfuerzo en poner límites y sobre todo ser constante, porque esa es otra. El día que me siento fuerte, le tolero menos y soy capaz de lidiar con los berrinches. Otros días cedo mucho más porque me encuentro cansada o sin fuerzas para aguantar berrinches. Y entonces es cuando les armamos un lío en la cabeza...lo que ayer no podía hacer, hoy sí? En eso creo que es importante el trabajo en pareja, para que si un día uno está débil, el otro tome las riendas. Pero esto no siempre es posible.

Qué difícil se me está haciendo!!



viernes, 7 de marzo de 2014

Semanas negras, invasión de virus

Llevo unas semanas que no estoy escribiendo todo lo que me gustaría, pero es que el cuerpo no me da para más.

En estas últimas semanas hemos estado a punto de poner un precinto a la puerta de mi casa, por riesgo biológico. Lo más recomendable era entrar a mi casa vestido de esta guisa:



Ya conté hace unos días que el Gnomito tenía neumonía. Le mandaron dos semanas de Amoxicilina y ahí lo fuimos llevando, siguiendo a rajatabla las 8 horas, lo cual implicaba despertarnos a la 1 de la mañana para darle el antibiótico. Fueron noches agitadas, el Gnomito se despertaba mucho. La primera semana la pasó con los abuelos, pero la segunda ya fue a la guarde y entre que llevaba una semana viviendo a cuerpo de rey, y que fue una semana rara por motivos laborales y un día le llevé yo a la guarde, otro los dos, otro la abuela, el pobre estaba muy desubicado y lloró todos los días de esa semana, cosa que ya teníamos superadísima.

Mientras duró el tratamiento, el Gnomito seguía con tos y ruidos en el pecho, aunque pensamos que sería normal, que una neumonía es una cosa importante que no se cura de la noche a la mañana. Pues después de las dos semanas de tratamiento, vamos al médico del hospital, y nos dice que NO ha respondido al tratamiento, que la auscultación no es limpia, así que debe ser una bacteria ATÍPICA, que hay que probar con otro antibiótico 5 días más, y además descartar que sea TUBERCULOSIS. Aquí casi me caigo de culo al suelo. Mi padre estuvo enfermo de tuberculosis antes de nacer yo y le costó 5 meses de ingreso en el hospital, le mandaron a la Sierra, a un hospital de infecciosos, y durante esos meses varios compañeros de habitación fallecieron por esa enfermedad. Eran otros tiempos claro, pero esa palabra me puso los pelos de punta.

Comenzamos pues el tratamiento con el nuevo antibiótico, y le hicimos la prueba de la tuberculosis (llamada Test de Mantoux), que consiste en inyectarle debajo de la piel, un alergeno, tuberculina, y esperar 2 días a ver si le hace reacción. Parecido a las pruebas de alergia. Por suerte no tuvo reacción, por tanto tuberculosis descartada.

Durante esos días, Papi y yo caímos enfermos también, con mucha tos de pecho y fiebre. Yo llegué incluso a plantarme en urgencias ante el miedo de tener neumonía como el peque, o bien tener otra cosa y pegárselo a él. Ante la duda y dado el caso de neumonía que teníamos en casa, me mandaron antibiótico, aunque posteriormente mi médico de cabecera dijo que era una gripe y que el antibiótico no me hace nada, pero como ya había empezado el tratamiento, debía terminarlo. Y así hemos estado unos días. Los 3 tomando juntos el antibiótico. La encimera de mi cocina no tiene nada que envidiarle al almacén de la farmacia de abajo, porque vamos, menuda colección! cada uno un antibiótico distinto, ventolín, paracetamol, jarabes antitusivos varios, probióticos para prevenir las diarreas por el antibiótico, omeprazol para proteger estómagos, termómetro pasando de un sobaco a otro....en fin, una maravilla.

Pero, igual que por fin ha salido el sol en este país que llevaba meses con el cielo gris, ha salido el sol en nuestra pequeña familia. El Gnomito sí respondió al nuevo antibiótico y le dan por curado de su neumonía. Y Papi y yo, aunque aún arrastramos tos, y seguimos con los antibióticos, ya estamos bastante mejor.

Ahora toca coger fuerzas y reorganizarnos en casa, tenemos toneladas de ropa sucia y ropa para planchar, hemos agotado todas las reservas de tupper congelados, la nevera está silbando, la casa sucia. Pero con este sol y estas buenas temperaturas que nos han llegado....cómo nos vamos a encerrar en casa a lavar ropa, planchar, cocinar, limpiar.....Creo que mejor cerramos la puerta, le ponemos de nuevo el precinto de riesgo biológico, y nos vamos a la calle a disfrutar...