jueves, 20 de junio de 2013

Mi cesárea II

He de decir que no guardo un mal recuerdo de mi cesárea. Me hubiera encantado vivir el nacimiento de mi hijo de otra manera, pero las cosas vienen como vienen, y al final solo piensas en que todo salga bien. Pero creo, que a pesar de que una cesárea es una intervención quirúrgica, las cosas pueden hacerse mucho mejor, emocionalmente hablando. Tener un hijo es una experiencia vital inigualable a ninguna otra cosa que puedas vivir, para una pareja es un momento único en la vida (aunque tengas varios hijos, cada nacimiento es único) y los profesionales sanitarios deberían ser más conscientes del momento tan importante que están viviendo sus pacientes. Estoy de acuerdo en que siempre debe tener prioridad la salud de los pacientes. Pero creo que, en el caso de una cesárea programada y sin complicaciones como fue la mía, Papi podría haber estado acompañándome, en mi lado de la sábana. Me sentí muy sola e indefensa durante el proceso. El quirófano estaba lleno de gente pero nadie me hablaba, nadie me dio la mano siquiera, aún escuchando en el monitor que estaba muerta de miedo. Nadie me vio llorar al escuchar el llanto de mi hijo. No recuerdo que nadie me dijera enhorabuena. Solo recuerdo escuchar, al otro lado de la sábana “anda, otro pelirrojo!”. Eso fue todo. Y creo que no cuesta tanto, ni compromete mi salud ni la de mi hijo, el dedicarme una palabra tranquilizadora, una sonrisa, o un apretón de mano en algún momento, al menos irme diciendo lo que me están haciendo. No me trataron mal, que conste, pero creo que todo podría humanizarse un poco más.

No sé si realmente fue tan vital y necesario tenerme 6 horas separada de mi hijo, pero, de ser así, en mi caso y en el de otras muchas madres, quizá podría separarse a las mujeres con cesáreas, en otra zona de reanimación, donde poder estar con sus hijos y sus parejas, si no teniéndolos en brazos, al menos viéndolos. Sé de oídas de algunos hospitales donde los papás pueden entrar a las cesáreas, y los bebés se ponen al pecho de sus madres al nacer, a pesar de la cesárea. Creo que estas prácticas deberían generalizarse mucho más, siempre teniendo en cuenta los riesgos para la salud, como ya he dicho,  me refiero a las cesáreas que han transcurrido sin complicaciones.

El caso es que mi Gnomito nació perfecto, pesó 3,080 kg, y 48 cm. Debido a la postura de nalgas que tenía en mi tripa, tenía la cabecita bastante aplastada, es como si yo le hubiera estado aplastando con mis costillas, de ahí el seudónimo que escogí para él, con esa cabecita parecía un gnomito…También tenía las piernas muy encogiditas, por haber tenido el culete tan encajado abajo. Tuvimos que hacerle una ecografía de cadera y afortunadamente todo estaba bien. La cabecita y las piernas se corrigieron por sí solas a las pocas semanas.

Yo me recuperé fenomenal de la cesárea, aunque también creo que le puse mucha voluntad y ganas a mi recuperación. El mismo día de la cesárea ya me levanté al baño, con ayuda, claro. Quise comer y beber en cuanto me llevaron a la habitación. Y pedí, supliqué que me quitaran la vía, que sería buena y me tragaría todo lo que tuviera que tragarme pero por favor que me quitaran eso. Esto no coló hasta el día siguiente, pero finalmente me la quitaron.

Me pusieron 13 grapas…y no fui capaz de mirarme la herida hasta el tercer día, con lo aprensiva que soy…capaz de desmayarme. Al día siguiente de la cesárea ya me duché con ayuda de mi madre.
Estuve "solo" 3 días ingresada, el bebé nació un jueves y nos fuimos a casa un domingo, esto estuvo bien, ya que tengo noticias de otros hospitales donde en caso de cesárea se está 5 días. Me da algo si tenemos que estar 5 días allí!
Tardaron 8 días en quitarme las grapas, y hasta ese día no era capaz de andar completamente erguida, me tiraban muchísimo. Fue quitármelas y...milagro! Ya podía andar normal!
A partir de ese momento ya creo que pude hacer vida normal, tan normal como una recién parida. Los estornudos, toses, o ataques de risa aún dolían. Incorporarme en la cama era todo un show. Pero fuera de eso podía moverme con bastante normalidad.

Y hasta aquí mi experiencia con la cesárea. Creo que podemos encontrar por ahí en blogs y foros muchas experiencias sobre partos, pero poca gente habla de las cesáreas. Ojalá muy pronto podamos vivirlas de la forma más parecida posible a un parto.

2 comentarios:

  1. La verdad es que sí, podrían poner a los peques junto a sus madres que no les cuesta nada. Pero al final tenemos tantas ganas que luego ya no nos acordamos de quejarnos de ello a quien corresponda.
    Eres una valiente por como te recuperaste !!

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  2. Siento mucho que te sintieses así en el quirofano me enfada la actitud de esa gente. No me extraña que pongas tanto empeño en que no se repita. Felizmente todo pasó y eres una persona muy fuerte. Estoy segura de que ya has curado esa cicatriz. Enhorabuena.

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